Historia Trabajaba como grabador en Subijana. Al estallar la guerra se refugia en Francia. Posteriormente, establece su residencia en Donostia. Por encima de la voluntad popular soberana se impone en esa época la voluntad del Gobernador Civil y del bando franquista. La legitimidad para gobernar en la vida social y política de Amasa-Villabona fue obtenida por la fuerza, pisoteando de manera sistemática la voluntad del pueblo. Tal y como se refleja claramente en los resultados electorales de la época, los defensores del franquismo carecían del número de votos necesario para gobernar democráticamente en el Ayuntamiento de Villabona, pero obtenían la legitimidad por la fuerza. Se trata de una de las principales características de las épocas de dictadura. El poder absoluto recae en manos de un solo individuo. Esto ocurre tanto en el Estado como en Amasa-Villabona. Cuando estalla la guerra, Federiko Urdanpilleta ostenta el cargo de alcalde. Los concejales son José Ignacio Iñurrita, Valeriano Saizar, Víctor Arregi, José Darrás y José Sorregieta. Junto con el estallido de la guerra, muchos republicanos y abertzales se ven obligados a huir. Un grupo de republicanos huidos a Bilbao y a otros lugares, ejerciendo sus derechos, continuaron con la gestión municipal de la localidad. Entre ellos, muchos abertzales y republicanos de Villabona. Posteriormente, cuando cae Bilbao, muchos de ellos se desplazan a Santander. Es en Santander, precisamente, donde se produce el mayor número de detenciones de vecinos de Amasa-Villabona. El presidente del partido FET y de las JONS de Amasa-Villabona ve en peligro su legitimidad para gobernar. Juan Barbe remite un informe a los miembros del FET y de las JONS en el cual señala lo siguiente: “... este ayuntamiento usaba un sello falsificado de la Corporación Municipal de esta villa”. El alcalde legítimo de Villabona era la persona que sellaba los documentos en Bilbao. El resto, estaba gobernando la localidad por la fuerza. El último alcalde de Amasa-Villabona antes del estallido de la guerra fue José Darrás. La labor desarrollada por José Darrás estuvo estrechamente relacionada con la gestión municipal. En 1934 les son negados los derechos para ocupar sus cargos públicos a Federico Urdanpilleta y a su Equipo de Gobierno (Valeriano Saizar, José Darrás, José Sorregieta, José Ignacio Iñurrita, Victor Arregi). Por consiguiente, no tuvieron más remedio que presentar su dimisión. Federico Urdanpilleta fue sustituido por Pedro Mutio. Para entonces, se estaba preparando la guerra. El Gobierno del Frente Popular les concedió la amnistía y pudieron volver a ocupar sus cargos. José Darrás fue el último alcalde de la II. República e intentó desarrollar su actividad desde su exilio en Bilbao. Observaciones Tags Alcaldes Elecciones Concejales